16 de marzo de 2022
Vladímir Fedorovski, un diplomático del equipo de Gorbachov, cuenta en una entrevista que, al final de la guerra fría, había dos opciones: “Una era asociar a Rusia con occidente. La quería Mitterrand. La otra era olvidarla, porque asociarla sería contraproducente y dañino para el dominio estadounidense. Se optó por la segunda opción. Fue un gran error. Uno de los grandes teóricos de la guerra fría, George Kennan, me dijo que estaba furioso de que Occidente humillara a Rusia. “Es el peor error de Occidente desde Jesucristo y lo pagará caro”, fue su frase”.
En un artículo escrito para The Washington Post en 2014, Henry Kissinger rechazaba el ingreso de Ucrania en la OTAN y advertía sobre el error que suponía utilizarla para separar los dos bloques: consideraba que debía servir como puente entre ellos. Asimismo, Kissinger señalaba que “Estados Unidos necesita evitar tratar a Rusia como un ente aberrante al cual se le tiene que enseñar reglas de conducta establecidas por Washington”.
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