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La OTAN repite con China los errores cometidos con Rusia

5 de agosto de 2024

La OTAN intenta tapar su fracaso en Ucrania con una huida hacia adelante

No contenta con estar afrontando enormes dificultades en Ucrania, según reconocen todo tipo de medios occidentales y ucranianos, la estrategia de la OTAN consiste en buscarse un nuevo enemigo que justifique su existencia. Publicado tras su cumbre en Washington, el último comunicado de la OTAN califica a China como “facilitador decisivo” del esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania. Etiquetar a Pekín como cómplice de Moscú permite a la OTAN poner a China en su punto de mira.

La declaración de la OTAN es un monumento al cinismo, la hipocresía y al doble rasero. En el terreno del cinismo, después de sostener que la organización fue “forjada para preservar la paz”, la OTAN afirma sin ruborizarse que “no busca confrontación y no supone ninguna amenaza para Rusia”. En el mismo documento, consta el compromiso de entregar otros 40.000 millones de dólares al gobierno de Zelenski. Todo lo que haga falta para que siga cumpliendo el encargo de la organización: debilitar a Rusia. Aunque sea a costa de destruir Ucrania.

En el ámbito de la hipocresía, la organización que ha violentado en mayor número de ocasiones la paz en el mundo, como demuestran sus ataques a Serbia, Bosnia, Herzegovina, Kosovo, Iraq, Libia y Afganistán, ha ordenado a sus medios afines que desempolven la retórica del “eje del mal”.

Imagen: Shutterstock, publicada en The Jerusalem Strategic Tribune.

Además de señalar a China como nuevo enemigo, la OTAN apunta también a Bielorrusia, Irán y Corea del Norte como facilitadores de la “guerra de agresión” de Rusia: la organización deja claras sus intenciones de extender el ámbito de sus competencias a todo el mundo

Tras subrayar que la cooperación – más bien subordinación – de la Unión Europea “ha alcanzado niveles sin precedentes”, la declaración recoge el encuentro con los líderes de Australia, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur. Es el tercer año consecutivo que estos países situados cerca de China son invitados a las cumbres de la OTAN.

La alianza del Atlántico norte ha decidido que los acontecimientos que ocurren en la región rebautizada como “Indo-Pacífico”, para evitar la referencia a Asia, afectan directamente a la seguridad euroatlántica. Las distancias que separan a Estados Unidos, a Europa y al Océano Atlántico de la región Asia-Pacífico se miden en muchos miles de kilómetros, así que es difícil sostener que lo que pase allí “afecta directamente” a la seguridad de la otra punta del mundo.

A menos, claro, que la OTAN aspire a erigirse en el gendarme internacional del planeta, ya que también califica a los Balcanes occidentales y al Mar Negro de “regiones de importancia estratégica”. Estados Unidos lleva años tratando de hacerse con el control de este mar, situado en el corazón de Europa, que representa la única salida de Rusia a aguas calientes durante todo el año.

La OTAN invertirá 2.700 millones de dólares para expandir su base en Constanza, Rumanía, a orillas del Mar Negro. Se convertirá en la mayor en Europa, superando a la de Ramstein, Alemania, en un 30% de extensión. Rumanía, el segundo país más pobre de la Unión Europea, ha aumentado su presupuesto militar un 45% en un año, hasta los 20.000 millones de dólares. Fundamentalmente, para comprar armamento a Estados Unidos.

La OTAN expandirá su base ya existente en Constanza, que será mayor que la actual en Ramstein, Alemania. Imagen: Google Maps/elaboración propia.

La OTAN dice que “incrementará el diálogo político y la cooperación práctica” con los Balcanes Occidentales para “contrarrestar influencias malignas”. Lo de arrojar 22.000 toneladas de bombas en Serbia, incluyendo 15 toneladas de uranio empobrecido, que provocaron 30.000 casos de cáncer y 10.000 muertos, además de 2.500 personas asesinadas por bombas, así como convertir a un millón de inocentes en refugiados, también debió hacerlo para“contrarrestar influencias malignas”.

La participación de la CIA en la creación del Ejército de Liberación de Kósovo, un grupo que pasó de ser calificado de “terrorista” a mantener reuniones con un enviado especial de Estados Unidos, y cuyos líderes tenían el número de móvil de Wesley Clark, entonces secretario general de la OTAN, también debió responder a la necesidad de “contrarrestar influencias malignas”. Que el ELK se financiara con el tráfico de órganos y de heroína al parecer no entraba en contradicción con los valores de la OTAN. Contribuir a exacerbar las tensiones étnicas en Yugoslavia, y a trocear un país soberano, tampoco contraviene dichos valores.

“China, Rusia e Irán están evadiendo las sanciones utilizando sistemas financieros alternativos. Presenté un proyecto de ley que garantizaría que estos regímenes rindan cuentas por intentar eludir nuestras leyes”.

La OTAN denomina como su “vecindad del sur” a Oriente Próximo y a África. Estas regiones han sido agraciadas con un “plan de acción para una aproximación más fuerte, más estratégica y orientada a resultados”. Para implementar con mayor eficacia tan loables intenciones, la OTAN anuncia la apertura de una oficina de enlace en Amman, Jordania. Las intenciones de la organización armada de hacer coincidir su esfera de influencia con la esfera del planeta quedaron patentes de Washington.

La reciente iniciativa de Marco Rubio refuerza esta idea. El senador por Florida ha presentado una propuesta legislativa, denominada Sanctions Prevention and Mitigation Act, para obligar al resto del mundo a cumplir las leyes… ¡de Estados Unidos! En caso contrario, se enfrentarían a más sanciones aún de las ya impuestas.

La OTAN guarda silencio sobre el genocidio cometido por Israel en Palestina

Cuando se trata de Israel, la declaración de la OTAN olvida su afán por convertirse en el policía del mundo para imponer sus valores, siempre moldeables en función de sus intereses. El nombre del estado genocida por antonomasia no aparece ni una sola vez en las once páginas del documento. Tampoco encontramos ninguna mención a Palestina, a pesar de que la declaración de la cumbre recoge el encargo al secretario general de nombrar un representante especial para la “vecindad sur” de la organización, y sí se menciona a Jordania, Iraq y Kuwait.

La “guerra” en Gaza no podría continuar sin el apoyo de Estados Unidos, el patrón de la OTAN. Así lo reconocen ex altos cargos israelíes. El general retirado Yitzhak Brick admitía en una entrevista que “Todos nuestros misiles, municiones, bombas guiadas con precisión, todos los aviones y bombas, todo es de Estados Unidos. En el momento en que cierran el grifo, no se puede seguir luchando. No hay capacidad… Todo el mundo entiende que no podemos luchar en esta guerra sin Estados Unidos. Punto”.

Por su parte, Ehud Olmert, ex primer ministro israelí, acusaba a Netanyahu de poner en peligro la alianza política, de seguridad y militar con Estados Unidos: “Durante muchos años, la estabilidad política de Israel en el escenario internacional se basó en el apoyo absoluto de los Estados Unidos. Toda la Fuerza Aérea de Israel depende por completo de la aviación estadounidense. (…) No tenemos otra fuente fiable de suministros esenciales de equipos, municiones y armas avanzadas que Israel no pueda fabricar por sí mismo”.

“Antiguo primer ministro israelí admite que los crímenes de guerra de Israel no podrían suceder sin el apoyo de Estados Unidos”. Caitlin Johnstone, periodista australiana.

El primer punto de la declaración de la OTAN suscrita en Washington afirma que sus miembros “están unidos por unos valores compartidos: libertad individual, derechos humanos, democracia y el imperio de la ley”. Otra piedra en el monumento al cinismo construido por la organización armada. Es imposible analizar el genocidio que Israel está cometiendo en Palestina sin el apoyo imprescindible de Estados Unidos, el promotor de la OTAN.

La publicación científica The Lancet publicaba recientemente un estudio que dejaba pequeñas las cifras de víctimas estimadas por el Ministerio de Sanidad de Gaza. Teniendo en cuenta la intensidad del conflicto; la infraestructura de sanidad destruida; la escasez severa de alimentos, agua y refugios; la incapacidad de la población para huir a sitios seguros, y la falta de financiación a la UNRWA, la agencia de la ONU para atender a los palestinos, el estudio calcula que 186.000 muertes son atribuibles al actual conflicto en Gaza. Estamos hablando del exterminio de entre un 7% y un 9% de la población de Gaza. ¿Son estos los derechos humanos a los que se refiere la declaración de la OTAN?

La Unión Europea admite el doble rasero en su política exterior

Para ostentar un cargo diplomático, al menos sobre el papel, Josep Borrell hace gala de una sinceridad que roza el candor. Lo hizo cuando reconoció que la prosperidad de la Unión Europea se basaba en la energía barata procedente de Rusia y en el gigantesco mercado que ofrece China, para importaciones de bienes baratos, y como destino de las exportaciones europeas. Y lo ha vuelto a hacer, esta vez en un discurso pronunciado en la Universidad de Oxford el 3 de mayo.

Josep Borrell se refirió a los principios que rigen la legislación humanitaria internacional, y a las diferencias existentes en la Unión Europea a la hora de aplicarlos a los casos de Rusia e Israel. Mientras que, tratándose de Rusia, Bruselas articuló e implementó una respuesta fulgurante, en forma de sanciones contra Moscú, Borrell reconoce que esto no ha ocurrido así con Israel.

Úrsula von der Leyen, Zelenski y Reznikov. En segundo plano, Josep Borrell. UVDL y Netanyahu. Fotografías de Geopolitical Economy Report y El País.

Es más, Borrell admite que la percepción del resto del mundo es que a la Unión Europea le preocupan mucho más los incumplimientos de las resoluciones del Consejo de Seguridad cuando se trata de Rusia, que cuando se trata de Israel. También reconoce Borrell que la percepción generalizada es que el valor de las vidas de los civiles en Gaza no es el mismo que en Ucrania. 

¿Cómo explica Borrell estas diferencias de trato por parte de la Unión Europea? Borrell reconoce que en Bruselas se practica el doble rasero: “Allí donde voy, me encuentro con la acusación de aplicar un doble rasero. Solía ​​decir a mis embajadores que la diplomacia es el arte de gestionar un doble rasero. Es algo difícil, sin duda, pero se trata de eso: de gestionar un doble rasero”.

Después de esta admisión, Borrell parece sentirse incómodo a la hora de gestionar esta contradicción, al menos de boquilla: “Si llamamos a algo un ‘crimen de guerra’ en un sitio, necesitamos llamarlo por el mismo nombre cuando ocurre en cualquier otro sitio. Un horror no puede justificar otro”.  Sin embargo, sus palabras se quedan en eso, e Israel sigue gozando de apoyo e impunidad para seguir masacrando a la población civil en Palestina. Por no hablar de la destrucción planificada para convertir la franja en una región inhabitable.

La explicación del doble rasero que rige la política exterior de la Unión Europea es muy sencilla: se ha convertido en un apéndice de Estados Unidos en Europa.

La OTAN se plantea nacionalizar infraestructuras chinas en Europa

¿Estaría actuando la OTAN de acuerdo con el “imperio de la ley” si finalmente se decide a “recuperar” infraestructuras chinas en Europa? Recuperar es el eufemismo utilizado por la CNN en una pieza sobre los planes de la alianza militar para hacerse con las infraestructuras construidas por China en Europa, dentro del proyecto de la Nueva Ruta de la Seda. Pekín ha invertido decenas de miles de millones de dólares en dotaciones que van desde líneas de ferrocarril que conectan el este de Europa con China, hasta puertos localizados en el Mar del Norte y el Báltico.

Aliados de la OTAN están discutiendo reclamar algunas infraestructuras propiedad de China en Europa.

Ahora, en el caso de que el conflicto en Ucrania se extendiera por Europa, una vez que se ha etiquetado a China como cómplice de Rusia, un alto cargo de la OTAN asegura que las infraestructuras propiedad de China “casi con toda seguridad se nacionalizarían o las naciones asumirían temporalmente el control operativo, en virtud de medidas de seguridad de emergencia. China puede demandarlos en los tribunales después del hecho”.

Si el alto cargo de la OTAN admite que el asunto acabaría en los tribunales, debe ser que «recuperar» infraestructuras propiedad de otro país es tan legal como «confiscar» activos a un país soberano. Si dejamos de usar eufemismos, nos vienen a la mente palabras más llanas, que describen acciones con imposible acomodo legal, por mucho que carísimos abogados se esfuercen en retorcer el derecho.

Un alto cargo de Estados Unidos se inclinaba por incluir a la computación cuántica, la industria de semiconductores y la infraestructura de telecomunicaciones como actividades susceptibles de ser nacionalizadas. Sin embargo, Francia, y otros países, se inclinaban por tratar este asunto en el marco de la Unión Europea, en lugar de la OTAN.

Incapaz de competir con China, Estados Unidos y sus obedientes aliados se están decantando por intentar destruir a la primer potencia manufacturera del mundo. La “deslocalización” de las fábricas anteriormente radicadas en occidente ha encumbrado a China, desindustrializando a occidente, y empobreciendo a la clase trabajadora. A sus promotores, la globalización les ha salido por la culata en términos geopolíticos. A la ciudadanía occidental le ha ido aún peor.

La Organización de Cooperación de Shanghái apuesta por el progreso global

Basta comparar la declaración de la cumbre de la OTAN en Washington con la emitida por la Organización de Cooperación de Shanghái, tras su reunión el 4 de julio en Astaná (Kazajistán), para comprobar las antitéticas visiones del mundo de ambas organizaciones.

Mientras la OTAN se dedica a descalificar con la etiqueta de “desafíos sistémicos” a quienes se niegan a rendirle pleitesía, la declaración de la OCS revela un enfoque de colaboración y progreso: “creando una comunidad de destino común para la humanidad y promoviendo el diálogo sobre el tema de Una Tierra, Una Familia, Un Futuro”.

La OCS quiere construir “un mundo justo y multipolar basado en los principios universales del derecho internacional, la diversidad cultural y de civilizaciones, así como en una cooperación mutuamente beneficiosa e igualitaria con el papel central de coordinación de las Naciones Unidas”. Un vocabulario en las antípodas de las amenazas – y las acciones – de la OTAN.

A diferencia de la OTAN, la OCS sí se ocupa del genocidio en Palestina, manifestando una profunda preocupación por la escalada del conflicto palestino-israelí”, “condenando enérgicamente las acciones que han dado lugar a una gran pérdida de vidas entre los civiles y a un desastre humanitario en Gaza”, y destacando “la importancia de garantizar un alto el fuego inmediato, completo y estable, así como el acceso a la ayuda humanitaria”.

La OCS se compone de 10 estados miembros, tras la reciente incorporación de Bielorrusia: India, Irán, China, Rusia, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán. Adicionalmente, Mongolia y Afganistán tienen estatus de observadores. Otros catorce países tienen estatus de socios de diálogo: Azerbaiyán, Armenia, Bahrein, Egipto, Camboya, Qatar, Kuwait, Maldivas, Myanmar, Nepal, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Turquía y Sri Lanka.

Estados Unidos debería reflexionar sobre el hecho de que algunos de sus históricos aliados, como Arabia Saudita, EAU y Egipto, tengan un estatus de socio en la OSC. Mas aún que lo tenga todo un miembro de la OTAN, Turquía, que ocupa un lugar estratégico, bordeando el sur del Mar Negro, y controlando los estrechos que le dan acceso al Mediterráneo. El mundo está basculando hacia la región euroasiática, y la OTAN está entrando en pánico ante su incapacidad para imponer su hegemonía, incluso entre sus miembros y antiguos socios. El miedo es mal consejero.

Frente a la destrucción que causa la OTAN, China apuesta por crear valor para las personas

China es el principal motor económico de la OCS. Su enfoque respecto a la función que debe desempeñar la economía es diametralmente opuesto al occidental, donde la ciudadanía está al servicio de los grandes intereses corporativos, a costa de su empobrecimiento.

Un ejemplo de esta estrategia, que prima la creación de valor por encima de la generación de beneficios para una élite, radica en la industria de los automóviles eléctricos. A la revista The Economist debería caérsele la cara de vergüenza al leer este artículo en Asia Times. Tiene bemoles que sea una publicación asiática la que le explique a la portadora del estandarte del capitalismo a qué se refería Adam Smith en “La riqueza de las naciones”.

Los subsidios de China crean, no destruyen, valor. Asia Times.

Sostiene The Economist que las empresas chinas de vehículos eléctricos están “destruyendo valor” porque no son rentables. Sin embargo, Asia Times replica que “Celebrar la capitalización de mercado de 788.000 millones de dólares de Tesla en comparación con los 93.000 millones de dólares de BYD es confundir incentivos con resultados”.

El hecho de que la compañía estadounidense de paneles solares First Solar se haya convertido en la más valiosa, se debe a que se sustenta en un mercado protegido por aranceles, además de por la competencia feroz entre las empresas chinas del sector, que está destruyendo sus márgenes. El hecho de que las compañías chinas fotovoltaicas estén destrozándose mientras inundan el mercado con paneles solares baratos es un ejemplo fantástico de creación de valor. ¿Por qué? Porque “La riqueza de las naciones” no trataba de la búsqueda de beneficios, sino de proveer a la población con lo que necesita.

Lo que ha hecho China es crear beneficios… para los consumidores. Los subsidios a la industria de vehículos eléctricos han conseguido aplanar la curva de la oferta, estimular la innovación, aumentar la producción y aplastar los márgenes. El valor no se ha destruido, sino que se traslada a los consumidores en forma de precios más bajos, mayor calidad, productos y servicios más innovadores.

Cabe preguntarse qué quieren los consumidores: ¿nuevas tecnologías a precios asequibles, o convertir en multimillonarios a los dueños de empresas de nuevas tecnologías?

Tras haber acusado a China de “destruir valor”, el órgano de propaganda del neoliberalismo titula en su último número que “Las compañías chinas están ganando el sur global”.

The Economist: Las compañías chinas están ganando el sur global.

Para The Economist, la expansión de las empresas chinas en el extranjero “conlleva una lección incómoda para occidente”: las multinacionales occidentales se han beneficiado durante mucho tiempo de la apertura económica. Sin embargo, hoy, parapetadas tras aranceles, están cediendo terreno en los mercados más poblados y de más rápido crecimiento, de lo cual se está aprovechando China.

La revista reconoce que la expansión de las empresas chinas “promete (al sur global) una bonanza de bienes y servicios que cambiará sus vidas”. The Economist viene a reconocer que China sí está creando valor para quien realmente importa: las personas, en lugar de los oligarcas. Luego les extraña que la mayoría del mundo esté volviendo la vista hacia China, renegando de occidente.

La estrategia de Estados Unidos para impedir el desarrollo tecnológico de China y hundir su economía está fracasando estrepitosamente. Lo reconoce el Banco de la Reserva Federal de Nueva York. En un informe titulado “Riesgo geopolítico y disociación: las pruebas de los controles de exportación de Estados Unidos”. No sólo está fracasando, sino que está perjudicando a las empresas estadounidenses, las que pretendía proteger.

Riesgo geopolítico y disociación: las pruebas de los controles de exportación de Estados Unidos.

Los controles a las exportaciones para negar a China el acceso a tecnologías estratégicas no ha estimulado el retorno de las empresas a Estados Unidos. La FED de Nueva York califica de “perturbaciones” estos controles, que han afectado negativamente a los proveedores estadounidenses: su capitalización de mercado ha disminuido en 130.000 millones de dólares. Su rentabilidad ha caído, al igual que su número de clientes y sus cifras de empleo.

La FED neoyorkina subraya que negar a China el acceso a tecnología avanzada ha impulsado la innovación y la autosuficiencia domésticas.  Pekín también ha aumentado las compras a empresas no estadounidenses que producen tecnología similar.

Los controles a las exportaciones tecnológicas a China están teniendo el mismo efecto que las sanciones a Rusia. Lo mejor de todo es que los lumbreras que diseñan las políticas de la Casa Blanca siguen creyendo que son acertadas, porque insisten en repetirlas. Para el progreso del mundo, es conveniente no sacarles de su error.

Zelenski fracasa en su cumbre mientras Rusia recaba nuevos aliados

8 de julio de 2024

La falsa cumbre de paz que era de guerra

La conferencia impulsada por Volodímir Zelenski en Suiza tuvo el mismo resultado que las sanciones contra Rusia: terminó perjudicando a sus promotores. Si la reunión estaba diseñada para recabar apoyo internacional al presidente de Ucrania, muy necesitado de respaldo tras aferrarse al cargo, con su mandato ya vencido, las conclusiones fueron en sentido contrario: el sostén del bloque occidental fue tibio, y Zelenski consiguió enemistarse con dos colosos en la nueva arena internacional: China y Brasil.

De entrada, de un total de 160 países invitados, sólo acudieron 90, de los cuales 44 eran europeos. Las organizaciones supranacionales europeas fueron incluidas en la lista para hacer bulto. Teniendo en cuenta que la conferencia se publicitó como una “cumbre de paz”, y que Rusia no fue invitada, es comprensible el rechazo de China a participar en una encerrona para apoyar a una de las facciones en guerra. Eso, y un intento de relanzar la imagen del desprestigiado Zelenski. Su índice de aprobación se ha desplomado casi 30 puntos en un año, según un sondeo patrocinado por USAID, la “agencia de cooperación” de Estados Unidos.

Además, de los 90 participantes, sólo 78 suscribieron el comunicado alumbrado finalmente por la cumbre. Un texto aguado, que dejó fuera siete de los diez puntos del “plan de paz” de Zelenski, citando sólo tres: la necesaria seguridad de las plantas nucleares (a pesar de que Ucrania bombardea regularmente la central de Zaporiyia, bajo control ruso desde el principio de la invasión); la seguridad alimentaria; y el intercambio de prisioneros y la vuelta de los niños desplazados a Rusia.

Mapa de los países que firmaron el comunicado de la cumbre de Suiza. Ilustración: Geopolitical Economy Report.

Como vemos en el mapa, los países firmantes de la declaración son únicamente los del bloque occidental y sus aliados. Los países que aglutinan la mayoría de la población del planeta, o bien no participaron en el montaje, o rechazaron suscribir el comunicado: China, India, Brasil, México, y casi todos los de América Latina, Asia y África.

Dadas las significativas ausencias, la cumbre sirvió para ratificar, a duras penas, los apoyos de Zelenski: los de sus patrocinadores en la guerra contra Rusia. Además, el presidente de Ucrania consiguió enemistarse con China y Brasil, gracias a sus portentosas dotes diplomáticas.

Hasta la prensa occidental señalaba el fracaso de la cumbre. La CNBC titulaba que “La cumbre de paz de Ucrania carece de influencia mientras Rusia, China y otros se mantienen alejados”. La prensa de Suiza, país anfitrión, era todavía más explícita: “La cumbre de paz de Ucrania no cumplió con las expectativas de “cuento de hadas”.

Titulares de CNBC y Swiss Info sobre la cumbre de Bürgenstock.

Zelenski insulta a China y Brasil, calificándolos de incivilizados

Antes de la reunión en Suiza, Zelenski ya había arremetido contra China en el foro de Diálogo Shangri-la, celebrado en Singapur. Allí, el 2 de junio, acusó a Rusia y a China de presionar a otros países para que no acudieran a la cumbre que estaba organizando, cargando las tintas contra China: «Es lamentable que un país tan grande, independiente y poderoso como China sea un instrumento en manos de Putin«. Zelenski demostraba una gran inteligencia política poniéndose en contra al país que está despuntando como líder del nuevo mundo multipolar.

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Mao Ning, explicó al día siguiente las razones por las que China no asistía a la conferencia: no incluía a las dos partes en conflicto, y no se iban a discutir todos los planes de paz. China presentó un plan de paz el 24 de febrero de 2022, que ha sido ostensiblemente ignorado por el bloque occidental. En mayo de 2024, China y Brasil presentaron conjuntamente un nuevo plan de paz, que requería la participación de Ucrania y Rusia, y que fue igualmente ninguneado por occidente.

Lula da Silva rechazó asistir a la cumbre, a pesar de las fuertes presiones ejercidas por el país anfitrión y el propio Zelenski. Aunque Brasil envió una delegación a Suiza, no suscribió el comunicado final. Ninguno de los países miembros de los BRICS lo hicieron: India, Sudáfrica, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Irán y Emiratos Árabes Unidos.

Después de haber acusado a China de ser un mero mayordomo del Kremlin, Zelenski, muy frustrado por su fracaso en Suiza, arremetió de nuevo contra China, y también contra Brasil. Después de afirmar, falsamente, que el comunicado de la cumbre había sido suscrito “por la mayoría del mundo”, Zelenski declaró que “tan pronto como Brasil y China se sumen a los principios que todos los que estamos aquí, los países civilizados, hemos unido, estaremos felices de escuchar sus opiniones, a veces incluso si no coinciden con las de la mayoría del mundo”.

Calificar de “incivilizada” a China, una de las culturas más antiguas del mundo, cuna de muchas de las invenciones que forman parte de nuestra vida cotidiana, como la porcelana, el papel, la imprenta, la tinta, los espaguetis o los helados, además de un error histórico, supone una torpeza diplomática difícilmente superable.

Putin contraprograma la cumbre con su propuesta de negociación

Un día antes de que comenzara la cumbre de Suiza, Vladímir Putin enunció las condiciones para sentarse a negociar la paz con Ucrania: tan pronto como las tropas ucranianas se retiren por completo de las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia, y Kiev notifique oficialmente el abandono de los planes para ingresar en la OTAN, Rusia ordenará el alto el fuego, así como el inicio inmediato de las negociaciones, afirmó el presidente ruso.

Putin expone las condiciones para conversaciones de paz con Ucrania. Titular de CNBC.

Putin recalcó que la retirada debía producirse “de todo el territorio de estas regiones dentro de sus fronteras administrativas que existían en el momento de su entrada en Ucrania.” El presidente ruso advirtió que si Ucrania rechazaba estas condiciones, las demandas de Rusia en el futuro serían distintas. O sea, peores.

Putin consiguió robar el foco con este movimiento. En lo que se refiere a los territorios, la propuesta se limita a constatar la realidad actual sobre el terreno, o futura a corto plazo, teniendo en cuenta los avances de las tropas rusas en el frente. Un hecho que reconoce hasta el Institute for the Study of War, un gabinete impulsado por Robert Kagan, el marido de Victoria Nuland: lo más belicista que se despacha.

En lo que respecta a la OTAN, a estas alturas el bloque occidental debería comprender que en ninguna circunstancia Rusia va a permitir que Ucrania ingrese en la alianza controlada por Estados Unidos. Putin se limitó a recordar otro hecho innegable: que la existencia misma de Ucrania depende del diálogo que mantenga con Rusia. Si el actual gobierno de Kiev, o el que le sustituya, no actúa de acuerdo con esa realidad, en lugar de satisfacer los intereses de Washington, estarán condenando a Ucrania a sucumbir, o a desaparecer.

Desde el punto de vista de una negociación, lo que plantea Putin es de manual, por mucho que occidente se tire de los pelos tildándolo de “ultimátum”. Las ofertas de una de las partes corresponden a las relaciones de fuerzas que existen en cada momento. Si dichas fuerzas se inclinan en mayor medida hacia Rusia en el frente de batalla, como está ocurriendo, en el futuro Ucrania estará en peor situación para negociar de la que ya está ahora. Y las condiciones que demande Rusia serán más duras.

Sin embargo, la estrategia que occidente está imponiendo a Ucrania es la huida hacia adelante, con la esperanza de que ocurra algo milagroso que modifique la correlación de fuerzas. Algo que carece de base empírica. Rusia está demostrando que la capacidad de su industria militar supera a la de la OTAN. Según la CNN, Rusia está produciendo tres veces más municiones que Estados Unidos y Europa conjuntamente, y dispara 5 veces más proyectiles al día que Ucrania.

Para mantener viva la narrativa de la esperanza en la victoria, occidente habla periódicamente de nuevas armas o estrategias, que conseguirían darle la vuelta a la situación. Tras haber autorizado al gobierno de Kiev a usar su armamento para atacar a Rusia en su territorio, ahora toca hablar de los F-16. Todo, con tal de no reconocer una derrota que asoma en el horizonte y que, cuanto más tarde se produzca, mayor daño habrá causado. A estas alturas, en las que el reclutamiento en Ucrania se ha convertido en una especie de secuestro, queda claro que a occidente las vidas de los ucranianos nunca le han importado, y que el patriotismo se ha esfumado.

Titular de Express, Reino Unido: “Los ucranianos están demasiado asustados para salir en medio de un reclutamiento agresivo: ‘¡La gente era secuestrada!’”.

Rusia gana aliados en la construcción del mundo multipolar

The Telegraph: A Ucrania le dirán que es demasiado corrupta para ingresar en la OTAN.

Mientras Estados Unidos destroza Ucrania en su intento de resistirse a la pérdida de su hegemonía, con la complicidad de un país que la propia OTAN estima demasiado corrupto para ingresar en la alianza, Rusia sigue ganando aliados. En el mundo multipolar que se está construyendo en plataformas como los BRICS, la Organización de Cooperación de Shanghái, o el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, Rusia y China juegan el papel del tándem motor. Y siguen incorporando socios.

En la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, celebrada en Astaná (Kazajistán) el 3 y 4 de julio, se anunció oficialmente la incorporación de Bielorrusia. Con este nuevo miembro, ya son diez las naciones que forman parte de la OCS: China, Rusia, India, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Uzbekistán, Irán y Pakistán. En dicha reunión, Putin mantuvo reuniones bilaterales con siete mandatarios, incluyendo a los de China, India, Pakistán, y a Recep Tayip Erdogán, presidente de Turquía, miembro de la OTAN.

En su edición número 27, el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) recibió a 21.000 participantes de 139 países. Entre ellos, varios presidentes, como Gustavo Petro (Colombia) y Luis Arce (Bolivia), así como 48 delegaciones a nivel ministerial. En el Foro se firmaron 982 acuerdos, por un importe total de 71.900 millones de dólares.

Ante la patente falta de voluntad de diálogo por parte de occidente, que prosigue su escalada material y retórica contra Rusia, China y todos los que no se avienen a seguir sus dictados, Rusia está ampliando sus alianzas en Asia. Es allí donde podría desatarse el conflicto directo entre los bloques que están definiéndose en el mundo multipolar.

Consciente de esta posibilidad, Vladímir Putin viajó a Corea del Norte. Allí, el 19 de junio firmó un acuerdo de defensa mutua con Kim Jong Un, que la prensa occidental calificó como el más potente desde la guerra fría. La agencia de noticias de Corea del Sur Yonhap señalaba que el pacto alcanzado entre Rusia y Corea del Norte establecía la asistencia militar mutua “sin demora” en caso de ataque a cualquiera de los dos países.

Rusia y Corea del Norte firman un acuerdo de asociación que parece ser el más potente desde la guerra fría. Titular de AP News.

China es el principal socio comercial de Corea del Norte, así como su apoyo político fundamental. Es impensable que Rusia firmara un acuerdo de este alcance sin haberlo hablado antes con China. Cerrando el círculo, Putin y Xi Jinping volvieron a reunirse en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Astaná.

Después de recabar el “pleno apoyo y solidaridad” de Corea del Norte para su lucha contra el bloque occidental en Ucrania, Putin viajó a Vietnam. Un país con el que la extinta Unión Soviética mantuvo estrechas relaciones. Allí, el presidente ruso se reunió con la plana mayor de la dirigencia, y suscribió doce acuerdos de carácter público, además de los no desvelados. 

Otra prueba del “aislamiento” de Rusia, si escuchamos la propaganda occidental, es la visita de Narendra Modi, a Moscú, el 8 y 9 de julio. Rusia será el primer país que visite el primer ministro de la India tras su reelección. Desde el comienzo de las sanciones a Rusia, India ha hecho oídos sordos a los requerimientos de occidente para que las adoptara, y se ha convertido en uno de sus principales compradores de petróleo. En unas cantidades tales que le está permitiendo revenderlo, llevándose un pellizco, con cargo a los europeos que lo compran.

Bloomberg: La visita de Modi a Rusia socava los esfuerzos de occidente para presentar a Putin como un paria. 2 de julio de 2024.

Mientras tanto, es occidente quien se encuentra cada día más aislado, y no sólo en lo político. El peso económico del G7 sigue cayendo frente al de los BRICS, cuyo PIB en términos de paridad de poder adquisitivo sobrepasa de largo el del G7.

PIB combinado en paridad de poder adquisitivo de los países de los BRICS y del G7 desde 2000 hasta 2024. Fuente: Statista.

Estados Unidos lucha por contener la debacle: está maniobrando para endosar a Europa la patata caliente de Ucrania y concentrarse en el conflicto que está instigando en Asia. Además de su escalada constante en torno a Taiwán, asistimos a un incremento de las tensiones entre Filipinas y China, en paralelo a la apertura de cuatro nuevas bases estadounidenses en el archipiélago filipino. Algunos medios occidentales hablan ya de la posibilidad de una guerra abierta entre ambos países. Washington y Manila suscribieron en 1951 un pacto de defensa mutua, que ha ido ampliándose a lo largo del tiempo. La última actualización es tan reciente como mayo de 2023.

Bases de Estados Unidos frente a China. A la derecha, las cuatro nuevas. Ilustración: BBC.

The Economist: A Ucrania le queda un mes para evitar el impago.

 

Por otra parte, el G7 y la Unión Europea han aprobado un crédito de 50.000 millones a Kiev, usando como respaldo los intereses de los activos rusos “congelados” en Europa. Aunque occidente aún no se ha atrevido a “confiscar” directamente el principal, utilizar los intereses también afronta problemas legales. El presidente del Consejo Europeo defendía la incautación con un argumento muy poco jurídico: es “lo justo”. Nadie discute la propiedad rusa de sus activos, por lo que es insostenible argumentar que los intereses no le pertenecen. Si Ucrania es incapaz de devolver el crédito y la apropiación de los intereses es declarada ilegal, ¿quién afrontará el pago de esos 50.000 millones?

Tras conseguir una moratoria de dos años para el pago de su deuda, Kiev ha pedido una quita del 60% de lo que debe pero, según The Economist, los acreedores no están por la labor: a lo más que llegarían sería a un 22%, que ya es. Teniendo en cuenta que la gran mayoría de los activos rusos se encuentran depositados en Euroclear y bancos occidentales, y que Ucrania está al borde de la insolvencia, apuesto a que, en caso de impago, los paganinis seríamos los europeos.

La senilidad de Biden como metáfora del crepúsculo del imperio

La demencia senil de Joe Biden, que se hizo innegable en el reciente debate con Donald Trump, es una metáfora del ocaso de la hegemonía de Estados Unidos. El hecho de que el clan Biden se reuniera posteriormente en Camp David para decidir si el anciano continuaba en la carrera electoral, o se retiraba, revela maneras más propias de una familia de la mafia que de una supuesta democracia.

Cuando son los donantes del Partido Demócrata los que advierten que no seguirán financiando al partido, ni a su actual candidato, hasta que no lo sustituyan por otro; cuando es la rica heredera del imperio Disney la que coacciona al Partido Demócrata para que sustituya a Biden por otra persona en la liza por la presidencia, queda claro que son los oligarcas quienes manejan los hilos de la “democracia” en Estados Unidos.

Titular de CNBC: La heredera de Disney y los adinerados donantes demócratas dicen que no financiarán al partido hasta que Joe Biden abandone.

En paralelo al declive de Estados Unidos, su relato de la batalla de las democracias contra las autocracias se desmorona por momentos. Baste decir que el hotel de Bürgenstock, Suiza, donde se reunieron los asistentes a la cumbre impulsada por Zelenski, y sus patrocinadores, para recabar apoyos en su batalla por la democracia frente a los dictadores es propiedad de Qatar. Una democracia vibrante donde las haya…

Dos mapas que demuestran el aislamiento de occidente

Contrastando los dos siguientes mapas, queda de manifiesto que es occidente quien está quedándose cada vez más aislado frente al resto del mundo. El primero representa las naciones que han adoptado las sanciones a Rusia, impulsadas por Estados Unidos. El segundo recoge los países que han reconocido al Estado palestino. Si comparamos ambos mapas con el que ilustra el principio de este artículo (los signatarios del comunicado de la cumbre de Zelenski en Suiza), tendremos la fotografía completa del aislamiento de occidente: un mapa es el negativo del otro.  

Al paso que vamos, en Europa vamos a terminar vendiendo los cuadros de los museos para poder subsistir. Y se los venderemos a multimillonarios rusos, chinos, o indios.

Países que aplican sanciones a Rusia.

Estados Unidos pretende que China le ayude contra Rusia

30 de mayo de 2024

Janet Yellen pide a China que compre deuda estadounidense

Ayúdame a liquidar a mi enemigo, que es tu amigo, para poder encargarme luego de ti, en mejor posición para destruirte.  Este sería el propósito, bastante diáfano, de la estrategia desplegada por Janet Yellen y Antony Blinken en sus recientes viajes a China. Intentando hacerse pasar por el poli bueno, la primera, y bordando el papel de poli malo el segundo, ambos exigieron a Pekín que reevaluara sus relaciones comerciales con Moscú, exhibiendo distintos modos. Mientras Yellen usaba los palillos para comer en un restaurante, con aires de buenrollismo, Blinken pidió explícitamente a China que dejara de alimentar la base industrial de Rusia, bajo amenazas vertidas in situ.

En cualquier caso, las demandas al gobierno de Pekín casan mal con las amenazas que profirieron ambos, en caso de que sus requerimientos no fueran satisfechos. Estas acciones demuestran el concepto de “diplomacia” que manejan los altos cargos estadounidenses en sus relaciones con otros países.

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Estados Unidos cosecha en Ucrania los efectos contrarios a los perseguidos

17 de mayo de 2024

Las sanciones debilitan a la Unión Europea y al dólar, no a Rusia

Con una excepción – Estados Unidos ha conseguido desconectar a la Unión Europea de la energía rusa que la alimentaba –  nada de lo planificado en Ucrania ha salido como soñaban los neoconservadores que dirigen la política exterior de Estados Unidos. Esos sociópatas que creen pertenecer a “la única nación indispensable”, según expresión de Barack Obama, destinada a liderar el mundo por designio divino: el dólar es la única moneda del planeta donde aparece inscrita la palabra “Dios”.

Los objetivos de la operación diseñada desde hace más de veinte años para hacer saltar a Rusia en Ucrania no sólo no se han alcanzado, sino que las consecuencias del proyecto han sido exactamente las contrarias de las que perseguían sus arquitectos. Entre ellos, la recién defenestrada Victoria Nuland, a quien algunos llaman “el monstruo de las galletas”, en alusión a las que repartía en Kiev durante el golpe de estado del Maidán.

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Israel ataca a Irán para asegurarse carta blanca en Gaza

26 de abril de 2024

Estados Unidos titubea frente al plan de Israel para invadir Rafah

El resumen publicado por la Casa Blanca de la conversación telefónica mantenida el 29 de octubre entre Joe Biden y el presidente de Egipto, Abdel Fattah Al-Sisi, parecía indicar que Estados Unidos se oponía a las pretensiones de Israel de expulsar a la población de Gaza, para instalarla en tiendas de campaña en el Sinaí. Así se deducía de esta frase: “garantizar que los palestinos en Gaza no sean desplazados a Egipto ni a ninguna otra nación”. En mi artículo de noviembre, ya expresé mi escepticismo ante esta afirmación, teniendo en cuenta la carta blanca que Biden otorgó a Netanyahu en su viaje a Israel, según la propia prensa hebrea.

Sin embargo, la extrema crueldad desplegada por los militares hebreos durante esta última fase de su genocidio contra el pueblo palestino, y el altísimo número de víctimas civiles, le está provocando dificultades políticas a Joe Biden, que busca la reelección, a pesar de sus evidentes limitaciones cognitivas.

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