3 de julio de 2023
Aunque todavía es muy pronto para llegar a conclusiones sobre lo ocurrido en Rusia, en mi opinión Vladimir Putin ha terminado pagando un alto precio por la subcontratación de la guerra en Ucrania. Encargar a un grupo de mercenarios la realización de tareas que acarrean la pérdida de vidas humanas presenta ciertas ventajas, en términos de política doméstica, pero también supone la asunción de altos riesgos.
En este caso, la subcontratación del grupo Wagner, y su papel protagonista en la guerra de Ucrania, ha dotado a Evgueni Prigozhin con el poder suficiente para montar una rebelión armada, un desafío al propio Kremlin. Un poder que se ha ido acrecentando desde su fundación, en 2014, con ocasión de la anexión de Crimea, gracias al papel jugado en el continente africano, (en concreto en Mali, República Centroafricana, Libia, Mozambique y Sudán), así como en Oriente Próximo, especialmente en Siria, donde Wagner opera desde 2015.